lunes, 21 de noviembre de 2022

 

INCERTIDUMBRE ANTE EL PLAGIO Y LA SOBERBIA.

 

                                                                                                              Por TINO BARRERO

    A veces nos encontramos en encrucijadas que nos colocan entre la espada y la pared. Nos hacen circular por un laberinto donde se entrecruzan y se oponen razón y emoción, alterando  nuestro equilibrio básico y haciéndonos caminar por angustiosas incertidumbres donde la duda, la indecisión toma protagonismo vital.

Recientemente, una persona a la que siempre he tenido en estima, Manuela Fuentevilla, ha publicado un libro que ha sido editado y sufragado por el Ayuntamiento de Polanco. Recibí con gozo su llegada.

Cuando me dispuse a leerlo compruebo que hay muchos textos que son un calco total de artículos míos publicados en diversos medios, prensa, revista local Desafío o blog de la Asociación Sociocultural Polanco.

He de confesar que me sorprendió y, en cierta medida, me incomodó el que no apareciese ninguna reseña ni cita alguna de mi  autoría en los textos copiados, tal como es de deber obligación. Sin embargo, no me produjo mayor preocupación, ya que soy consciente  de que con un mínimo de voluntad, la solución es muy sencilla. Por lo tanto, me dispongo a comentarlo tanto con la autora como con los responsables de la edición. Y así procedo.

 Requerí un encuentro a la autora donde cordial y amistosamente la hago ver una parte de los textos que han sido palabra a palabra, punto a punto, literalmente copiados, para que sean corregidos en la segunda edición que la alcaldía había decidido sacar al público. Le pido que simplemente, al finalizar el texto, tras un asterisco ponga el autor del texto original y medio de publicación, junto a la fecha, en que haya sido publicado. Y que lo puede hacer lo pequeño que considere, como si hay que coger una lupa para poder leerlo. Lo que pretendo es que mañana si tomo los textos para algún trabajo propio, no consideren que haya sido yo quien ha plagiado mis propios textos… Responde que, “ya que está hecho así, así lo deja”.

Posteriormente me dirigí a la responsable de la edición, la alcaldesa. Estaba de vacaciones y decido hablar con el alcalde en funciones. Le expongo alguno de los textos literalmente copiados, al igual que hice con la autora. La respuesta que se me da  ni me molesto en trascribirla.

No puedo comprender cómo ante algo tan evidente, razonable y sencillo de paliar, a sabiendas que es un acto perseguido por ley, miran para otro lado. Busco un intento más para solucionar este asunto de manera pacífica. Decido REGISTRAR en el ayuntamiento la solicitud dirigida a la alcaldesa y equipo de gobierno, para parar momentáneamente la salida de la nueva edición. A ver si con el registro se le da un carácter más formal y oficial, se toma más en serio mi solicitud y se llegue a  actuar  en consecuencia.

 No solo se ignora y desatiende la solicitud sino  que  a poco más de diez días, se comienza a repartir los ejemplares de una segunda edición…  Incomprensible, más cuando viene desde una administración pública.

Lo cierto es que me han abocado a un camino sin salida. No sólo hay un extenso plagio; muchos de los textos sacados en el libro pertenecen a la literatura que yo mismo escribí para dar a conocer algunas de las características del municipio, en la web del Ayuntamiento y, naturalmente, la alcaldesa  de eso debe ser conocedora, lo mismo que de los diversos artículos aparecidos en prensa, la revista Desafío o blog de la Asociación Sociocultural…  Además, desde la alcaldía como máxima responsable de la edición del libro, corresponde supervisar el trabajo final del libro antes de mandar a la imprenta. Y desde luego, ha dejado de manifiesto el mal gusto, desfachatez, perversidad, vulgaridad y falta de clase en poner en el libro una fotografía de mi persona cortada a la mitad, de arriba abajo, cuando estoy junto a Julio Cabrero, alcalde por aquel entonces, dirigiéndome a un grupo de vecinos, explicando los motivos que justificaban colocar una placa en un monolito, junto a la cagiga que en su día se plantó en honor a Enrique Herrera “El carpintero”. Sin duda, el dejar en un libro una foto de esas características, retrata a quien lo ha hecho y consentido.
Lo cierto es que todo ha sido muy lamentable, despropósito tras despropósito.

¿QUÉ PUEDO HACER?

Arrinconado, y muy a mi pesar, sólo consigo contemplar dos alternativas:

 La de pasar del tema, como que aquí no ha pasado nada y callar, lo que supone sobrepasar el límite de la  dignidad y, en eso, no podemos admitir rebajas de ningún tipo. O la de recurrir a un proceso legal. Por lo que me he puesto en contacto con un gabinete jurídico que me informa de todos los derechos a que puedo acogerme y de seguir los pasos legales que procedan.

Evidentemente la situación  me resulta comprometida e ingrata. De una parte, ni quiero ni debo quedarme de brazos cruzados  renunciando a mis derechos y consintiendo la falta total de respeto hacia mi persona que han mostrado al pasar olímpicamente de de mis justos  requerimientos. De otra, no me reconforta, en absoluto,  involucrar en  un proceso judicial a Neluca, con quien he mantenido una más que buena relación vecinal.

     SIn embargo, no han dejado alternativa. Hay exceso de soberbia en las partes, y la soberbia es muy dañina, se quieren en exceso; encantada de conocerse; casi siempre, ésta 
nos conduce por derroteros equivocados. Decía San Agustín, “La soberbia no es grandeza, sino hinchazón. Y lo que está hinchado parece grande, pero no es sano”.

¡Qué importante es el respeto y  saber ponerse en el lugar del otro!.

                                                  ¡INSULTANTE!


                                       Foto original puesta por la autora

                    Foto que sale en el libro puesta por la editora
                                             ¡Cuánta desfachatez!
   
                         UNO DE LOS MUCHOS TEXTOS PLAGIADOS

                                         Como aparece en el libro
                                  Aparecido en periódico Alerta en 2012