lunes, 15 de agosto de 2022

 

SAN ROQUE EN POSADILLO



                                                              TINO BARRERO

Posadillo acoge por San Roque a los vecinos de Vioño, Salcedo, Zurita y Renedo que vienen desde tiempo inmemorial a la ermita de Posadillo de advocación a San Roque. Aquí hacen, tras la comida, el tradicional rosario. Ritual similar se reproduce en la festividad de la  VIRGEN DE VALENCIA, el 8 de septiuembre,, por los vecinos de Polanco. Dos localidades muy vinculadas desde tiempos remotos que han logrado generar estrechos lazos familiares.

Deseo aprovechar esta entrada para tener un recuerdo a Isidro y a todos aquellos que configuraron aquella legendaria Peña de San Roque y el perro.




ISIDRO REVUELTA IBAÑEZ. (1921-2005)


Fue un buen paisano, buen vecino y cantaba muy bien. Le gustaba  asistir a la hora del  blanco en Polanco, no sé si por el vino en sí o por la tertulia; imagino, más por lo último, pues era un hombre alegre y sociable.

A principios de los años 80, se creó La Peña de San Roque y el perro, en torno al santo patrón,  que con acierto presidió Isidro (en realidad creo, su nombre de pila  fue Isidoro Paulino). Aglutinó prácticamente a todos los vecinos de la localidad, consiguiendo realizar  unas  fiestas de san Roque de gran  categoría, de excelente nivel. Se percibía el entusiasmo, la ilusión, las ganas y unión vecinal que con acierto Isidro supo canalizar.

Isidro ( Isidoro),  como devoto de San Roque, el 16 de agosto de 1983, le dedicó una poesía que a continuación muestro. Con ello pretendo rendir homenaje a Isidro y a todos cuantos supieron con su imaginación, ilusión y esfuerzo honrar a su patrón con unas formidables fiestas aderezadas con altas dosis de fraternidad y convivencia  que debieran permanecer en la memoria colectiva de los vecinos.

POEMA A SAN ROQUE Y EL PERRO. Autor Isidro Revuelta Ibáñez





 

52 AÑOS DE LA  ADQUISICIÓN DEL “HOMBRE DEL CUÉVANO” POR EL AYUNTAMIENTO DE POLANCO AL PINTOR JUAN LUIS  HERNÁNDEZ

                                                        Por:  TINO BARRERO HERRERA

 

De seguro, a muchos polanquinos les resulta familiar este cuadro.

Durante muchos  años  estuvo presente en el Salón de

Sesiones del antiguo   ayuntamiento

Este año se cumple el décimo aniversario del fallecimiento del pintor Juan Luis Hernández que falleció en noviembre de 2012, a los 80 años de edad; ya le hice una reseña en este blog por aquellas fechas.. Hijo de Fabriciano Hernández que fue secretario del ayuntamiento de Polanco y falleció a los 63 años en 1963, y de doña Rosario Pérez Cambón que fue maestra en la escuela de niñas de Polanco que falleció en 1977. Casó Juan Luis con Conchita Fuentevilla, natural de Planco e hija de José Fuentevilla, conocido por “El Cirineo”,

El matrimonio ha residido en Salamanca, pero con  frecuencia, especialmente en verano, han pasado temporadas en Polanco. Habituales eran las visitas que me hacía en la Casa de Cultura, más nunca logré que hiciese una exposición en la misma; prácticamente todos loa años estaba comprometido con alguna exposición itinerante en la región.

Las pinturas de Juan Luis han tenido gran reconocimiento, no sólo nacional sino incluso fuera de nuestras fronteras, ha llegado a exponer en los EEUU.

En  el pleno celebrado en diciembre de  1969, la Corporación municipal, por unanimidad, decide comprarle el cuadro “El hombre del cuévano”; lo adquiere por 18.000 pesetas. Un cuadro que representa el estilo montañés, para ser colgado en el Salón de Sesiones del Ayto. y que considero uno de los más representativos de su estilo.  Ahí le hemos podido contemplar durante muchos años en la antigua Casa Consistorial. Y en una de las dependencias del actual ayuntamiento permanece.