martes, 11 de marzo de 2014

ANTAÑO Y HOGAÑO DE LAS MARZAS DE POLANCO



Por Tino Barrero

  Con el honor que me han dispensado los compañeros de ronda al haberme nombrado “Marcero Mayor”, lo que sinceramente agradezco, y al haberse cumplido un cuarto de siglo desde que comenzamos a recuperar la ronda de marzas, deseo compartir unas pinceladas de breves recuerdos de antaño a hogaño.
  Escribía D. Sixto Córdova y Oña que, en palabras de J.Mª de Pereda, "los de Polanco cantaban siempre y en todas partes". Seguro que no le faltaba razón ya que los paisanos de Polanco han tenido fama de cantarines. Más antes que ahora. Antaño, era frecuente escuchar una entoná de un espontáneo en la taberna, al que pronto se unían otras voces, mientras otros escuchaban y jaleaban.
  En cuanto al canto y ronda de marzas , comentan algunos de los más ancianos del lugar que cuando eran mozos alguna vez salieron a cantar las “marzas” por alguna casa del pueblo y que con lo que obtenían de aguinaldo iban el domingo, después de misa, a la taberna y tomaban un vino blanco con higos pasos. Después, no las habían vuelto a escuchar por el pueblo.
  Sin embargo, parece ser que, en el año 1974 un pequeño grupo de mozos y mozas decidieron, en el último día de febrero de aquél año, colarse la boina y visitar la casa del alcalde y algún otro vecino del pueblo para entonarles la “marza” que les había enseñado "los Garcilasos". La ronda no pasó de ahí; no repitieron.
Posteriormente, hubo algunos años en que las niñas de 8º de EGB, del colegio “La Milagrosa” capitaneadas por Sor Milagros, salieron de ronda por el pueblo, de casa en casa, para con los aguinaldos sacados en la ronda sufragarse parte del viaje de fin de estudios. Esto tuvo una importancia capital para recuperar la canción de “marza” en Polanco. Alguna de estas niñas, cuando ya mozas, nos enseñaron la canción, a la vez que participaron en aquella primera ronda de “Marza” que la Escuela de Adultos retomó en 1989.
Será a partir de ese último día de febrero del año 1989, cuando un grupo de marceros ataviados a la antigua usanza, con boina, pañuelo, farol y ahijada nos disponemos a salir de ronda por el municipio entonando “las marzas”. Previamente, por la mañana, habíamos sido grabados en directo por la cadena SER que se acercó a Polanco para hacer su programa matinal habitual y que en esa fría mañana dedicaban a las MARZAS.
  Recorrer el municipio a pie e ir haciendo frecuentes paradas para dar una “marza” , llevaba su tiempo, imposibilitando hacer todo el recorrido en un solo día, por lo que hubo que salir al día siguiente para dar la bienvenida a marzo.
  Al siguiente año, constituidos como Asociación Sociocultural "Polanco", repetimos la ronda a pie; la mojadura que cogimos fue sonada y para años posteriores decidimos desplazarnos de barrio a barrio en coches y hacer dentro de cada barrio la ronda caminando. De este modo evitábamos el estar rondando a las altas horas de la noche y permitíamos a los vecinos nos escuchasen sin molestarles.
  En este segundo año de ronda marcera, el Gobierno de Cantabria presidido por Hormaechea, comenzó a estimular las rondas de “marzas” ofreciendo, a través de la Federación Cántabra de Coros, un donativo a aquellos grupos que decidiesen salir a cantarlas y lo justificasen tras el envío de unas fotos ataviados con ropa de antiguos marceros. Sin duda, esto estimuló el que varios municipios de la región tuviesen sus grupos de marceros. Con anterioridad, salvo en la zona de Campoo, las marzas se limitaban a ser escuchadas en la radio o algún pequeño concierto que ofrecían los coros instituidos como el Coro Ronda Garcilaso o el Stª Mª de Solvay.
  Hoy, las "marzas" se cantan por diversos barrios y pueblos de la región.
  Nosotros que somos de los más veteranos en esto de recuperar la ronda e incorporar la mujer a la misma, llevamos veinticinco años consecutivos cumpliendo el ritual, despidiendo febrero y dando la bienvenida a marzo.
  En estos veinticinco años los miembros de la ronda han ido poco a poco cambiando, aunque alguno hemos aguantado desde el inicio. Un año tras otro y otro y otro...., así hasta veinticinco, sin amedrentarnos por las inclemencias meteorológicas y siempre cargados de ilusión.
  En el transcurso de estos tres últimos años se ha incorporado un nuevo grupo en el municipio, al que felicito, el " Coro S. José de Requejada" que hacen una escenificación marcera en la que se incluye "La rutona". También se nos van incorporando niños y además, tenemos a sor Neluca que es la encargada de enseñar cuestiones de nuestro folclore a los niños y niñas del colegio La Milagrosa.
  Por ello, nos cabe predecir que la continuidad de la ronda está, en buena medida, garantizada para el futuro.
  Desde aquí, aprovecho para felicitar a todos aquellas personas que han tenido el privilegio de haber llegado a ser "Marzante de Polanco", así como el agradecer a todas aquellas personas que durante años, y sin desaliento, perseveran en cumplir con el ritual de llevar a los vecinos con cánticos y algazara la nueva de la proximidad de la primavera y el ir dejando atrás el largo y oscuro invierno.
  No deseo obviar tener un recuerdo especial a aquellos compañeros que nos han acompañado en algunas de las rondas y que, tristemente, ya no se encuentran entre nosotros, como son, Antonio San Miguel, Milagros Martín y Ofo Gómez. A la vez que agradecer a aquellas personas que han dedicado generosamente, parte de su tiempo en enseñarnos nuevos cánticos de "marzas", como fue el recordado Jesús Pascual o, lo viene haciendo, Julián Revuelta " El Malvis" que nos ha enseñado la mayor parte de nuestro repertorio.
  Los de Polanco siguen cantando, si no es siempre, sí al menos, los días 28 de febrero y 1 de marzo por todos los barrios del municipio, entonando con hidalguía, entre otras, aquella marza que dice: 

"Ha venido marzo,
 bienvenido sea. 
Se cubren los campos 
con sus flores bellas...."


* Tino Barrero “Marcero Mayor “ y Presidente de la Asociación Sociocultural “Polanco”