A JULIÁN
REVUELTA: EL MALVÍS DE TANOS QUE VOLÓ A POLANCO. MAESTRO DE LA TONADA MONTAÑESA.
IN
MEMORIAM
Se nos ha ido Julián Revuelta, el Malvis de Tanos, a tres días de su 75 cumpleaños. Máximo exponente de la canción montañesa, conocido en todos los rincones de nuestra región, por los que recorrió prados, plazas, tabernas y escenarios diversos logrando que sonasen esas tonadas propias de la tierruca.
Hablar de Julián, el Malvis, en estos momentos puede resultar redundante, pues mucho se ha escrito en prensa, en redes y escuchado por radio, en tertulias, charlas y encuentros informales sobre él. La noticia del fallecimiento del Malvís nos ha dejado consternado a todos quienes le conocíamos.
Su generosidad para con nosotros era similar a la que tenía para con los vecinos en la taberna a la hora del blanco, donde no necesitaba ser empujado para deleitar con unas entonás que siempre iban acompañadas de las voces de algunos parroquianos y, naturalmente, de las frascas de blanco que, una tras otra, iban saliendo de la cuba. Lo hacía porque le apetecía, porque lo disfrutaba. Excelente amenizador en la taberna, transmitía alegría y buen humor. Como es natural, esa predisposición genera un sentimiento de gratitud inconmensurable.
Y, aunque Julián es “el Malvís de Tanos”, pues en Tanos nació, sazonó su infancia y juventud que aderezó con las danzas, el cante y los bolos, ingredientes de la esencia de nuestro folclore y arraigadas tradiciones; de Tanos siempre alardeó ser. Muestra de ello es su canción “Soy de Tanos”, cuya letra dice:
(…) soy de Tanos/rincón incomparable de mi Cantabria…
Mas, no hemos de olvidar que en Polanco vivió cincuenta años, dos tercios de su vida y, por supuesto, a Polanco quiso; aquí construyó la mejor obra de su vida: su familia, compuesta por su esposa, María Jesús y sus hijas: Maica y Mª Jesús.
Así canta en su canción “El día de San Roque”: (…) Cerca
de Polanco, conocí una moza/ que al muy poco tiempo sería mi novia/ Hoy es mi
mujer, vivimos en Soña,/ tenemos dos niñas que son una gloria
Igualmente nos
deja muestra del cariño que sentía por Polanco con su canción, “Polanco pueblo querido”: Polanco, Rumoroso, Mar, Soña y la Cadena/
Posadillo, Requejada y Rinconeda, olé pueblo querido/ Puebluco de mi alma,
Polanco mío/Por lejos que me encuentre nunca te olvido,/olé pueblo querido.
Hay más canciones suyas que aluden cariñosamente a Polanco, abajo las pondré para que puedan ser escuchadas. No cabe por menos, evidenciar que tanto Tanos, como Polanco son sus terruños de corazón, aunque su afecto de pertenencia se dimensiona más allá de estos dos pueblos; lo dice la canción: Montañés, soy de la montaña…
Para un folclorista como Julián que mamó desde pequeño la esencia folclórica, que reconoce a Tanos como cuna del folclore, así lo dice en su canción “Soy De Tanos”: Eres rico en tradiciones/ eres cuna del folclore/ eres fuente inagotable de danzas y cantadores… No tiene que haberle supuesto dificultad vincularse a Polanco, su pueblo, su hogar, pues respecto a las tradiciones folclóricas, ambas localidades vienen a estar a la par. Decía D. Sixto de Córdova y Oña que JM Pereda, decía aquello de que: los de Polanco cantan siempre y en todas partes. Tradición de cante, Polanco ha tenido; de hecho, actualmente, cuenta con dos Coros: La Cagiga y San José. La tradición de danzas viene de largo; a lo largo del SXX ha tenido varios y reconocidos grupos de danzantes; Polanco siempre ha tenido culto por el deporte vernáculo de los bolos, no han faltado boleras para echar ¡A los gananciosos!... Y Polanco es uno de los primeros municipios que recuperan, desde los años 80, la tradición de cante y ronda marcera.
En Polanco me consta que Julián ha disfrutado de su familia, de sus fiestas, de sus gentes y de la casa junto al monte. Sin embargo, tengo la sensación de que Polanco no ha sabido corresponder, prestándole el reconocimiento que merece. Ahora es tarde… pero, más vale tarde que nunca. Apoyaremos cualquier iniciativa, al respecto, que venga del Ayuntamiento.
Julián Revuelta, el Malvis de Tanos que voló a Polanco y anidó en Soña, ha mostrado tal como cantaba en “Canto a Torrelavega” ser ¡Grande por todo y en todo!... Amigo Julián, siempre se te recordará, para ti todo nuestro agradecimiento. Y, al igual que liberaste de la jaula, por encontrarse triste y no cantar a aquél malvís cantarín que recogiste en los zarzales junto al Viar, que tú espíritu, libre de tu cuerpo, vuele alto, alegre y cantarín por los confines de nuestra Cantabria.
TINO BARRERO