sábado, 8 de enero de 2022

 

ADIÓS A UN POLIFACÉTICO ARTISTA.

AQUILINO FONSECA COSIO

                                                                                                 

                                                                                                           Tino Barrero


 

Aquilino Fonseca Cosio, colaborador habitual, en los últimos años, de nuestra Revista  Desafío”, ha fallecido esta semana a la edad de 92 años.


No puedo precisar el momento en que comenzamos a tener una relación estrecha; sin embargo, sí  recuerdo la primera vez que contactamos, que charlamos. Fue, si mal no recuerdo, en 1990 con motivo de presentar la “Diosa de la Ecología” en la Casa de Cultura.  Me comentó que había hecho una escultura-talla en madera con símbolos referentes al medio ambiente, a la Naturaleza  que  había denominado Diosa de la Ecología, que le gustaría presentarla al público en su pueblo de Polanco, por aquellas fechas vivía aún en el Barrio Obrero. Hizo la presentación y fue comentando los detalles simbólicos de la escultura, así como el modo en que la había construido de una raíz hallada en las dunas de la playa de Liencres, frente a la playa de  Mogro, a la que solía asistir durante el verano. La escultura quedó expuesta durante unos días en la Casa de Cultura.


Tardé un tiempo en volver a tener contacto con Aquilino. Le acompañaba fama de “raro”; hombre parco en palabras, muy reservado, poco comunicativo y con ideas poco convencionales que chocaban con el sentir común de la mayoría; así, por ejemplo, recibió el nuevo milenio subido a diez metros de altura de un roble, leyendo un soneto mientras tocaban las campanadas. Ahí precisamente vi su encanto. En lo que los demás veían “rareza”, yo percibía imaginación, creatividad y rebeldía, siempre dentro de los cánones establecidos por la buena educación. Una persona interesante y noble… Lo era.





Creo que el segundo contacto, o al menos uno de los recuerdos que mantengo, fue cuando me trajo unos apuntes novelados, a modo de libro, unidos a un canuto espiral, con el deseo que quedasen en la biblioteca al servicio de los lectores, a la espera de que un día pudiesen ser publicados. Debe de haber tres, o quizá cuatro, que permanecen en la biblioteca, pero que desde aquí recuerde, dos llevaban  los títulos de “ El último beso” y “ RH negativo”.  Comprobé que el hombre tímido y reservado estaba encontrando su capacidad de expresión, de comunicación, no sólo a través de la escultura y cerámica, también utilizaba el cauce de la literatura. Una persona de gran efervescencia cultural. Me invitó a su casa para visitar su taller de cerámica.. Quedé impresionado de su hacer y de los medios que disponía, por lo que quedé tentado a proponerle para monitor de un Taller de cerámica, dentro de las actividades que desarrollábamos en la Escuela de Adultos. Comprobando su predisposición, no exentos de ciertos condicionantes horarios, propuse al concejal de área montar dicho taller.

  Entre las muchas y diversas obras que me mostró, destacaban las cerámicas de relieve en barro, denominados “La Democracia”, “El aborto”, “El divorcio” y la “Eutanasia”, temas todos ellos que le suscitaban interés. El eje central de “ La Democracia” era el Golpe de Estado del 23 F de Tejero que si no recuerdo mal,  el original lo hizo llegar al Palacio de la Zarzuela. Se me ofrecía Aquilino -  familiarmente, Quilo- como un personaje de una gran riqueza interior que daba cauce a través de sus diversas  creaciones polifacéticas del arte


Gustaba de fabricar sidra, con sus variantes de orujo y coñac  en su propio lagar. Disfrutaba enseñando a los niños de los colegios del pueblo el arte de hacer sidra.

Congenió muy bien con el hispanista estudioso de Pereda e Hijo Adoptivo de Polanco, Anthony Clarke. En su última colaboración en “DESAFÏO”, nos cuenta la  fabada que preparó para despedir a Anthony la última vez que visitó Polanco


Se hizo miembro de la Sociedad Cántabra de Escritores (SCE) colaborando con la Sociedad en la elaboración de algunos libros colectivos. Y, a mi me acompañó durante los últimos años a la cita anual del 21 de marzo, “La cena de la poesía” que se organizaba en torno a la figura del pintor y poeta Julio Sanz Saiz, siendo la última en 2015.

Aunque de cuna asturiana, Fonseca gustaba de nuestras tradiciones como la “Ronda de Marzas”. Nos pedía que durante la ronda parásemos en su casa a cantarle una marza que él nos iba a corresponder con unos choricillos a la sidra  y unas botellas para escanciar, a objeto de reponer fuerzas.

En fin mucho más cabría decir de este singular personaje que quiso que su ·Diosa de la Ecología” quedase definitivamente en el entorno de la playa de Mogro para que desde allí mismo saliese todos los años en procesión recorriendo la ría al encuentro con la raíz matriz de la que se sacó la diosa.

 




 Ese anhelo, lamentablemente, no lo consiguió en vida, a pesar de que las gestiones estaban avanzando positivamente, puesto que el tema de Costas había quedado solucionado y el Ayto  había decidido el lugar de ubicación. El Covid tuvo mucha culpa para posponerlo en el tiempo. No obstante, tenemos la seguridad de que pronto se consiga y el testimonio de Fonseca quede entre los vecinos de Mogro y los amantes del Medio Ambiente.



Se nos ha ido un personaje singular que lo manifestaba en su estilo de vida independiente, ermitaña y monástica, dedicado  a la meditación y a la creación a la vez que trataba de cuidar su mente y cuerpo. Partió sin hacer ruido, Nos deja sus obras y grato recuerdo. ¡ Hasta siempre, Quilo!