miércoles, 16 de septiembre de 2015

               
  JULIO SANZ SÁIZ RECIBE UN MERECIDO HOMENAJE EN POLANCO

 Por Tino Barrero

                       El ayuntamiento de Polanco ha rendido un pequeño homenaje a Julio Sanz Saiz  durante la conmemoración de la fiesta patronal de san Pedro Ad-víncula. Ha sido un evento sencillo, sin boato, pero profundamente sentido; se ha pretendido buscar el efecto sorpresa  a sabiendas que, a pesar de los años y de la experiencia Julio aún conserva la maravillosa capacidad de sorprenderse. La alcaldesa, Rosa Díaz, acompañada de la concejala de Cultura, Alicia Martínez y otros miembros de la corporación, le hizo entrega de un escudo de Polanco con una leyenda en la que constata la gran
consideración, afecto y agradecimiento hacia el homenajeado por su colaboración en  contribuir al engrandecimiento cultural del municipio.
Un homenaje sobradamente merecido. La faceta artística y humana de Julio Sanz Saiz se imbrica de tal manera que ambas salen reforzadas. Desde el punto de vista artístico, Julio Sanz Saiz  representa uno de los valores más relevantes de la cultura en Cantabria. Todo un artista, tal cual fuese un vestigio del Renacimiento, tiene tras de sí una extensa obra tanto escrita, como pictórica y escultórica, la cual, a su vez, en cuanto a su temática y dimensión, resulta muy versátil. Artista poliédrico, como le denomina el Grupo Quercus. En muchas ocasiones le he oído  autodefinirse artísticamente como “un poeta que pinta” y ciertamente sus pinturas, sus acuarelas, están cargadas de un lirismo capaz de evocar sentimientos, emociones y sensaciones poéticas en el observador. Dentro de la gran variedad temática de su obra, donde más fuerza e incidencia manifiesta es en aquella que gira en torno a la Naturaleza  con la que parece entrar en comunión y de la que posee una profunda capac
idad de elevación estética, recreándose y sublimándola, consiguiendo acercarse a ese misticismo que Michel Hulin denomina “mística salvaje” para diferenciarla del misticismo religioso.
Un valor añadido a la obra de Julio es  que aparte de tener una funcionalidad estética,- y quizá sin proponérselo- va consiguiendo una función modeladora de la sensibilidad, creando conciencia ecológica, haciéndonos concebir una conciencia medioambiental.
Cabe destacar de la personalidad de Julio, su constancia, su perseverancia y capacidad de trabajo, probablemente esa sea una de las causas de su extensa obra. Y, también, junto al amor a la poesía, el mantener durante  sesenta y un años consecutivos  la denominada “Cena de la poesía” creada por él; todo un ritual que  preside como anfitrión todas las noches del 21 de marzo. ¡¡Sesenta y un años consecutivos,… uno tras otro!!. Una cena cuya protagonista es la poesía y lo que se comparte es generosidad.
Cuánta grandeza creativa no cabrá en un hombre que tiene palabras para el asubio, hace un poema a la línea recta o al número tres, que es capaz de ofrecer todo el lirismo a la malva o el lirio e incluso al lagarto y al milenario roble del Monte Aa; que nos deja inmortalizados en acuarela los ríos y puentes de Cantabria entre paisajes maravillosos y sugerentes
 La presencia de Julio en Polanco es esporádica, pero constante en el tiempo. Siempre ante cualquier requerimiento ha estado ahí y, cuando no, él mismo se ofrece para colaborar en cualquier actividad de carácter cultural que programemos en el ayuntamiento. Viene colaborando desde hace catorce años en que se instituyó el Concurso de pintura nacional al aire libre como jurado del mismo. Colaboró en el exitoso y emotivo homenaje que el Ayuntamiento, la parroquia y la Asociación Sociocultural otorgó a los mayores de 90 años del municipio  en aquél año 1992. Años más tarde fue pregonero de las fiestas patronales y con posteridad ha ofrecido varios recitales poéticos y exposiciones pictóricas. Ya, con anterioridad, durante los años 50, visitó multitud de veces Polanco para  acompañar y compartir con su amigo Jesús Cancio, durante las estancias que el Poeta del Mar pasaba en Polanco. En ese peregrinar le acompañaban otras personalidades del mundo de la cultura  como Otero, Mauro Murieras, Laguillo,…
Un homenaje merecido a un artista polifacético, comprometido, trabajador infatigable. Un homenaje a una persona que a pesar de sus 87 años aún camina erguida y que bajo el aparente gesto altanero  se esconde una persona emotivamente sensible que canaliza a través de la pluma  y el pincel  esa fuente de emociones y sentimientos que alberga dentro de sí y que resulta un conversador admirable. Un homenaje merecido a una excelente persona, generoso y siempre dispuesto sin pedir nada a cambio. Bueno sí, una exigencia,... la puntualidad…Julio es irreconciliable con la impuntualidad.
Julio, por  todo, Polanco te quiere. Te queremos. Ojalá gocemos por muchos años de tus obras, tu visitas, tus chascarrillos, tu sorna, simpatía y generosidad. Porque generoso eres a raudales. Y como decía Aristóteles “ De todas las variedades de virtud, la generosidad es la más estimada”.
¡ Enhorabuena, maestro!
                                                                                                                       
Tino Barrero

                                                       Coordinador  Cultural del Ayto. De Polanco

viernes, 5 de junio de 2015

NUEVO LIBRO  SOBRE LAS MARZAS

                                                                                          
   por Tino Barrero

El ayuntamiento de Polanco con motivo de la conmemoración del veinticinco aniversario de la recuperación de la ronda marcera en el municipio que tuvo lugar en 1989, ha sacado a la luz un nuevo libro "Marzas: tradición viva en Polanco" de la profesora Emma Mª Blanco Ruiz.
Este libro es una revisión ampliada de otro, con el mismo nombre, publicado en el 2003 y que sirvió como base a un trabajo de investigación que la autora realizó para el Departamento de Historia y Ciencia de la Música de la Universidad de Valladolid.
No es extensa la bibliografía existente referente al tema de marzas. Sí hay algunos autores que incluyen en alguna de sus obras  un apartado dedicado a las marzas, tenemos a José Mª de Pereda que en su "Escenas montañesas" de 1864 incluye La noche de Navidad donde  nos muestra todo el ritual de una ronda de marza en la Noche Buena. Otro autor es Demetrio Duque y Merino, folclorista y costumbrista campurriano que escribe en 1891 " Tonadas de ronda y cantos romeros" que dedica un apartado al tema de las marzas. D. Sixto Córdova y Oña en su tomo IV del "Cancionero popular de la provincia de Santander" (1955) dedica otro apartado dedicado a las marzas. Amos Escalante, Menéndez Pelayo y algunos otros autores ilustres de nuestra región hacen alguna referencia a esta costumbre tan nuestra de rondar y cantar las marzas.

Sin embargo,  libros dedicados exclusivamente a la temática de marzas no abundan. Uno, del Coro Ronda Garcilaso en 1955, titulado "Las Marzas" publicado tras el eco entusiasmado que despertó una emisión radiofónica en radio Torrelavega en febrero de 1955 sobre las tradicionales marzas.   Otro autor es el etnógrafo Antonio Montesinos que  en 1992 publicó      "Marzas rituales de identidad y sociabilidad masculinas".  Y ya en 2003 tenemos la 1ª edición del libro de Emma Mª Blanco Ruíz: " Marzas: tradición viva en Polanco" en el que hace un recorrido por los orígenes de las marzas en Cantabria, en cómo se iniciaron en Polanco, así como el repertorio y rituales que conlleva la ronda, dejando un apartado para las marzas fuera de Cantabria. A éste, tenemos que añadir la nueva revisión y ampliación sacada en nueva edición de 2015 "Marzas: tradición viva en Polanco". En esta nueva edición el lector o investigador, que busque referencias sobre estos cantos, rondas y costumbres tan nuestros que forman parte de nuestro patrimonio cultural más íntimo, puede satisfacer buena parte de sus exigencias y llegar a conocer sus  cantos, lo que es y significa una ronda marcera en el medio rural como compendio de actitudes y comportamientos que le confieren grandes valores como compañerismo, perseverancia, generosidad, responsabilidad, capacidad de sacrificio y respeto ya que con fecha fija y sometidos a cualquier inclemencia del tiempo, pues en general y particularmente en Polanco se mantiene el compromiso de patear calle a calle, barrio a barrio, saludando cortésmente al vecino y compartiendo con él la alegría del advenimiento de la primavera e ir dejando atrás el duro invierno. Este nueva edición comienza a editarse coincidiendo- además de con el veinticinco aniversario de la recuperación de la ronda marcera en Polanco- con la declaración de las Marzas como Bien de Interés cultural por parte del Gobierno de Cantabria.