martes, 11 de abril de 2023

 

EL RETRETE DEL PARQUE DE MAR Y EL MONUMENTO A LAS PARTERAS-

                                                                     Tino BARRERO

Polanco, en su barrio de Mar, junto a la pista deportiva, cuenta con un monumento dedicado a las PARTERAS Y COMADRONAS habidas en los municipios de Miengo y Polanco.

La iniciativa fue tomada por quien fue  presidente de la Mancomunidad, Santos Villegas Martínez que quiso dejar testimonio del papel extraordinario que ese grupo de mujeres hicieron en sus respectivos municipios: “ La partera tradicional ha jugado un papel decisivo en la asistencia al nacimiento, en las comunidades y pueblos donde vivieron, en tanto que se producía la institucionalización de las profesiones sanitarias”, comentó Santos Villegas en su alocución presentando el acto.

La inauguración contó con la presencia de los alcaldes de ambos municipios, Julio Cabrero Carral y Avelino Cuartas junto al párroco de Polanco,  D. Antonio Gutiérrez que bendijo dicho monumento y un nutrido grupo de familiares de las homenajeadas.

Algunas de las parteras y comadronas a las que se dedica el monumento son Carmen Agüero “ La partera”; Primitiva Arce, Remedios Galván, Vitorina Menocal Coterillo, Margarita Pereda y Rosario “La Asturiana”, todas ellas nacidas a finales del XIX, a las que hay que añadir  la comadrona, ya titulada, Antonina Cuevas “ Nina la Practicanta” que ha atendido los partos del municipio de Polanco durante los años 50 y 60 del pasado siglo hasta que los partos comenzaron a institucionalizarse El monumento que pretende recordarlas fue realizado por alumnos del Taller de Empleo de la extinta Mancomunidad  Miengo-Polanco.

Pues bien, en tiempos preelectorales, los diversos grupos políticos incrementan su presencia: aumentan las sonrisas, los besos y abrazos a niños, así como las promesas de  nuevos proyectos de gestión.

Concretamente en Polanco, el gobierno municipal recurre a finales de legislatura a encuentros vecinales, para percibir las necesidades y sugerencias de los vecinos. No ha habido anteriormente tiempo para dichos encuentros; solamente ahora cuando ya poco se puede hacer, se hacen los preocupados. La gente sensata, evidentemente, permanece incrédula o escéptica y toman conciencia de que se les pretende tomar el  pelo, de que se les infravalora.

Parece ser, pero quien estuvo no lo recuerda, que en el encuentro con los vecinos de Mar, se pidió un retrete en el parque. Bien, no está de más, así que bienvenido sea. Mas la alcaldía no tiene otra ocurrencia que para satisfacer la “tan demanda petición” por los usuarios del parque,  deprisa en tiempo récord plantar un retrete en mitad del parque. Seguro que con toda la mejor intención, de manera que se tenga a la misma distancia de extremo a extremo del mismo. Siempre pensando en el bienestar del vecino, sea niño, joven o adulto. Lo que ocurre es que el “mazacote” no sólo se instala en mitad del parque, sino que se coloca al lado, casi pegado, de un monumento que simbolizaba el recuerdo a las Parteras que antiguamente asistían y ayudaban a nacer a los niños y niñas de los municipios de Miengo y Polanco.

Un monumento que, en sí, por singularidad y lo que representa, debiera destacar, quedando minimizado por el susodicho retrete. Un monumento que debiera tener una inscripción visible e indicativa de lo que representa; se trata de un monolito que una placa adjunta  y rodeado por un pequeño jardincillo, le ofrecería mayor visibilidad y  vistosidad.

Como es natural y habitual, ante la crítica, se recurre a los técnicos: “Los técnicos aconsejaron colocar el retrete en ese lugar por proximidad a la conexión del desagüe”. Como si no hubiese tuberías y medios para desplazar al lugar que se desee y conectar con el desagüe. Lo que ocurre es que a veces la improvisación, las prisas y demás, hace que se cometan chapuzas de este tipo.




Polanco, en su barrio de Mar, junto a la pista deportiva, cuenta con un monumento dedicado a las parteras y comadronas habidas en los municipios de Miengo y Polanco.

La iniciativa fue tomada por quien fue  presidente de la Mancomunidad, Santos Villegas Martínez que quiso dejar testimonio del papel extraordinario que ese grupo de mujeres hicieron en sus respectivos municipios: “ La partera tradicional ha jugado un papel decisivo en la asistencia al nacimiento, en las comunidades y pueblos donde vivieron, en tanto que se producía la institucionalización de las profesiones sanitarias”, comentó Santos Villegas en su alocución presentando el acto.

La inauguración contó con la presencia de los alcaldes de ambos municipios, Julio Cabrero Carral y Avelino Cuartas junto al párroco de Polanco,  D. Antonio Gutiérrez que bendijo dicho monumento y un nutrido grupo de familiares de las homenajeadas.

Algunas de las parteras y comadronas a las que se dedica el monumento son Carmen Agüero “ La partera”; Primitiva Arce, Remedios Galván, Vitorina Menocal Coterillo, Margarita Pereda y Rosario “La Asturiana”, todas ellas nacidas a finales del XIX, a las que hay que añadir  la comadrona, ya titulada, Antonina Cuevas “ Nina la Practicanta” que ha atendido los partos del municipio de Polanco durante los años 50 y 60 del pasado siglo hasta que los partos comenzaron a institucionalizarse El monumento que pretende recordarlas fue realizado por alumnos del Taller de Empleo de la extinta Mancomunidad  Miengo-Polanco.
Cuánto mejor quedaría ese monumento donde fue situado, con una placa y pequeño jardincillo, y el retrete a un lado, en la periferia del parque.



 

viernes, 7 de abril de 2023

 


CUANDO DON MANUEL SE TIRÓ A LA RÍA PARA SALVAR A DITO.
En el libro, recientemente sacado, "Remembranzas de Polanco", en uno de los relatos, escrito por el pintor, Diego Fernández Columé, describía un hecho en el que un niño, Fonsín, se tiró a la ría en el puerto de Requejada, para salvar a una niña que se había caído al agua sin saber nadar y el propio Fonsín consiguió salvar a la niña, pero él falleció en el intento.
Curiosamente, el amigo Jesús Pérez, me ha hecho llegar una nota de la revista Stampa, del ABC, de 1957, en la que don Manuel Fernández Agüera, quien fue párroco de Polanco desde 1940 a 1979, había pasado por un episodio similar, salvando a un niño de fallecer ahogado, que cayó a la ría. Nunca había oído este caso con anterioridad, pero, sin duda, alguna persona más mayor lo recuerde. Informan que el niño era Eduardo "Dito" Ortiz Gutiérrez,
Creo que texto de la foto, pinchando y abriéndola un poco, se puede leer perfectamente. No deja de ser una noticia curiosa.