PLAZOLETA Y BUSTO DE PEREDA EN POLANCO. UN DEBER CUMPLIDO
TINO BARRERO.
Poquísimas personas conocen cómo se fraguó la creación
del monumento y busto de nuestro novelista más insigne, don José Mª de Pereda,
en Polanco.
No crean, apenas conocía pequeños detalles al
respecto, pero tuve la fortuna de encontrarme con el libro “Crónicas Ilustradas. Imágenes y anécdotas
del Arte Coral en Torrelavega”(2000) de Antonio Barrio González que
nos ofrece detalle pormenorizados de los acontecimientos y personas que
rodearon la instauración de dicho monumento para recuerdo y gloria de nuestro
insigne escritor, cuya pluma trasciende más allá de las fronteras de nuestra patria y que llegó a
codearse literariamente con los grandes del Realismo español, para orgullo
nuestro.
Como el asunto se me antoja interesante, con el deseo de darlo a conocer, a través de este blog que administra la Asociación Sociocultural Polanco, a toda persona que se encuentre con el mismo. Voy a tratar de relatar, trascribiendo de forma literal, buena parte del texto que al respecto nos deja Antonio Barrio en su libro, con el convencimiento de que, de seguir entre nosotros, lejos de serle molesto sería motivo de agrado.
Paso a relatarles:
Transcurría el
veinte aniversario del fallecimiento de nuestro ilustre escritor costumbrista
D. José Mª de Pereda, allá por el año 1926, cuando la recién creada Coral de
Torrelavega en 1925, siendo su director D. Lucio Lázaro López y presidente de la misma don Adolfo
Carrasco, vino a Polanco para conmemorar
la efeméride.
Vino acompañada
de de una larga comitiva a cuyo frente iba el concejal del Ayuntamiento de
Torrelavega, Paulino Canales; el registrador de la Propiedad, Francisco Vega;
el organista de la Parroquia, Félix Apellániz; el hermano mayor de la Cofradia
de la Virgen Grande, Ignacio Martinez; el poeta cántabro Jesús Cancio, entre
otros muchos. Todos fueron recibidos por el alcalde de Polanco Celestino
Calderón y los concejales Antonio Seco, Celestino Revuelta, Juan Alonso,
Rosendo Fuentyevilla y el secretario Alfredo González; el cura párroco, Alfredo
Lavin; el juez municipal José Gutiérrez y los hijos del escritor, Vicente y
José María. La misa fue celebrada por el
párroco de Rumoroso y el cura párroco de Polanco.
Tras la misa hubo un aperitivo, después se dirigieron
al cementerio donde depositaron sobre el
mausoleo una corona de flores y rezaron un responso.
De allí se trasladaron a La Peña. Frente a la Cagiga
se había improvisado una típica tribuna para que desde ella los oradores se
dirigieran al público.
Francisco Vega hizo una pequeña historia sobre el
acto, realzando la figura de Pereda. Leyó a continuación poemas de José del Río
y Jesús Cancio. Leyendo a continuación un breve texto de “El Sabor de la
Tierruca”.
Acto seguido tomó la palabra, don Vicente Pereda,
agradeciendo las muestras de cariño hacia su padre, el escritor. Terminó el
homenaje a cargo de la Coral, bajo la batuta del maestro Lázaro, cantando
insuperablemente “Verdad Quico”
Afolfo Carrasco, presidente de la Sociedad Coral de
Torrelavega, se despidió haciendo esta súplica:
“Aquí al lado de
la “Cagigona”, junto a ese tronco viejo y caduco que en tiempos mejores fue
sostén de rumorosa y ondulante bóveda, se han unido en el mismo propósito el
público montañés y sus poetas
No debemos se pararnos sin que de este acto quede un recuerdo perenne que
pregone y perpetúe la gratitud y admiración de todos. Es necesario que aquí en
Polanco, se levante un monumento a Pereda, ningún sitio mejor ni más
representativo que la “cagigona”, junto a cuyo tronco debe plantarse otro roble
que en el futuro recuerde aquel soberbio ejemplar cuya sombra sirvió tantas veces de
alivio y descanso al gran Patriarca Montañés.
Ruego al Ayuntamiento de Polanco que tome la iniciativa. la Diputación, los
Ayuntamientos montañeses, el Ateneo de Santander, la prensa con su poder, las
Corales y agrupaciones culturales y artísticas, contribuyan al buen resultado
de este propósito.
Nosotros nos retiramos de Polanco para volver pronto, hasta el día en que se
ponga la primera piedra del monumento a Pereda.”
Tres años estuvo trabajando esta Comisión, para lentamente
dar fin a su obra. Peseta a peseta, duro a duro,- según el poeta José del Río-
la suscripción alcanzó la mayoría de edad. Va a ser el arquitecto Mariano Lastra quien, con absoluto desinterés
económico, toma a su cargo el proyecto de elevar el monumento. El busto a
Pereda fue realizado por Daniel Alegre Posteriormente, ante la presencia del
infante don Jaime, autoridades del mundo de la política y personalidades de la
Cultura, junto a vecinos de Polanco, ese tres de septiembre de 1929, quedó
inaugurada la plazoleta con monumento y busto. Fue una gran fiesta, con
actuaciones de picayos, Coral de Torrelavega, Coral de Santander. Parece ser
que comentaba la prensa del momento que llegaron a Polanco más de cuatro mil
personas llegadas de los diversos lugares de
la actual Cantabria.. Puesto que la iniciativa partió de la Sociedad
Coral de Torrelavega, junto al monumento, que construyó el arquitecto Lastra,
sobre el que se apoya el busto y al lado de la fuente, la Sociedad Coral de Torrelavega colocó
su escudo que permanece como recuerdo inalterable del singular acto.
Polanco rendía tributo a su escritor dieciocho años después de haberlo hecho Santander. Los polanquinos nos sentirnos con el deber y obligación de conservar en buen estado esta plazoleta, junto a los restos de la Cagigona, monumento y busto de Pereda.
(Foto del escudo de la Sociedad Coral de Torrelavega y Cuadro de la plazoleta, realizado por Ramón P. Ruisánchez, donde se contempla bien el monumento dirigido por Lastra, el busto de Pereda realizado por Daniel Alegré y la placa-escudo de la Sociedad Coral. Asimismo vemos los restos de la cagigona y detrás, la casa de los Corona donde falleció el poeta Jesús Cancio)
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