viernes, 9 de agosto de 2024

 

                      SOÑA, SAN ELÍAS Y EL MALVÍS.

                            - Crónica de una fiesta-

 

    Ahora se ha cumplido un año en que tuve el honor de dar el Pregón de las fiestas de San Elías en Soña, invitado por la Asociación de Vecinos del barrio. El pregón le quise dedicar a recordar aquellos primeros años del surgimiento de  la fiesta.  Es la única fiesta de los distintos barrios del municipio que he visto nacer; la de los otros barrios le precede varias generaciones, perdiéndose sus inicios en el tiempo.

    Como ya he expresado en otra ocasión, el origen de la fiesta de San Elías en Soña, me parece paradigmática. Es el claro ejemplo de lo que un barrio puede conseguir cuando se une; vecinos de todas edades, sin sesgo de sexo, se juntan codo a codo para organizar su fiesta con toda la complejidad que ello conlleva, muy especialmente cuando es la primera vez. Tuvieron el arranque de romper con ese  tópico, utilizado por las personas que comienzan a entrar en años  y quieren eludir responsabilidad,  que dicen: “eso es para jóvenes”. En aquellos inicios, veinteañeros y sesenta añeros salieron a pedir por el municipio y concitaron a diversas empresas del entorno para organizar el cartel de fiestas; se pusieron tras la barra del bar, atendiendo y agasajando a vecinos y visitantes con gran maestría. Las amas de casa colaboraron en establecer el exquisito pincho de tortilla, como icono gastronómico de la fiesta. Y juntos, con anhelo, esfuerzo e ilusión transformaron un lavadero y abrevadero de ganado en una ermita, dedicada al santo que habían elegido como patrono del barrio: San Elías.

  

        
         Pregón de fiestas ofrecido por Eloy Galdeano

 Fue una gesta memorable, algo épico, donde consiguieron ser los  auténticos protagonistas de su  historia,  de su fiesta, de lo cual tienen que  sentirse  orgullosos, por lo que tienen el deber de  recordar y dar a conocer a las generaciones venideras, de modo que el legendario acontecimiento y sus autores, pase a formar parte de la memoria colectiva del barrio.

    Bastó un año, para que algunas cosas cambiasen. De una, el fallecimiento de Julián Revuelta, El Malvis, a principios de año. Julián me precedió el año anterior en el papel de pregonero de las fiestas. Lo hizo magníficamente, como él lo sabe hacer, con trovas y cánticos; estuvo genial y muy bien acompañado. Julián fue uno de aquellos legendarios que iniciaron las fiestas de Soña, fue un gran contribuyente. Para mi pregón, glosando aquellos inicios, Julián -junto Esteban y otros- fue de gran importancia, pues tenía a recaudo cantidad de detalles, programas, cuentas y anotaciones de aquellas primeras fiestas, lo que me permitió hablar no sólo de recuerdo sino de datos fidedignos.

    Que Julián Revuelta es un personaje singular y que su nombre quedará inscrito como personaje destacado del folclore cántabro, no hay duda alguna. Que nos entristeció y sobrecogió su pérdida, tampoco hay duda.

Coro Ronda La Esperanza de Requejo




Grupo danzas Virgen de las Nieves de Tanos.

    Otra cuestión que ha cambiado y nos ha sorprendido en este año, ha sido que las fiestas no han sido organizadas por la Asociación  Vecinos de Soña, herederos legítimos de los impulsores del 79. La presente edición ha estado organizada por la Concejalía festejos del Ayuntamiento que ha contado con la colaboración del grupo habitual de apoyo a la organización. Las fiestas han estado bien, bajo el cliché de años anteriores. El pregón estuvo a cargo del vecino Eloy Galdeano, profesor, avecindado en Soña desde hace un cuarto de siglo y que viene colaborando  dentro de la organización de la fiesta.

    Desconozco la causa que haya ausentado a la Asociación de organizar su fiesta. Deseo haya sido un hecho puntual y que año que viene la vuelvan a retomar; deben preservar el legado que les dejaron sus mayores.

    Siempre he sido partidario –y así lo he manifestado en diversas ocasiones- de que sean los propios vecinos quienes se encarguen de organizar su fiesta, nadie mejor que ellos para saber cómo desean organizarla y qué contenidos desean ofrecer en su programa. Esa tarea común, estrecha lazos vecinales e imprime identidad al barrio. Desde la Concejalía de festejos debe facilitar, apoyar y colaborar en el desarrollo de la fiesta.

    Recuerdo que tras el inicio de San Elias a través de la unidad vecinal. Duraante las décadas de los 80, 90 e inicios del nuevo siglo, otras fiestas de la localidad tomaron el ejemplo, pasando a organizarse a través de Peñas o Asociaciones. En el año 1980, estando de concejal de festejos y cultura Pedro Payno, decidió organizar las fiestas de San Pedro Ad-víncula con la mocedad del pueblo y resultó un éxito en participación y colaboración. Poco tiempo después se organiza en Posadillo la Peña San Roque y el perro, en la que estuvo involucrado prácticamente todo el barrio y vecinos adyacentes. Organizaron unas fiestas magníficas consiguiendo tuviesen un gran raigambre  y que fuesen un referente entre las de distintos barrios. A finales de los años 80, la Asociación Sociocultural Polanco, se encargó de organizar las fiestas patronales de Polanco, introduciendo en su programación la colaboración activa de diversas asociaciones o grupos municipales que sirvieron para dinamizar e implicar al mayor número posible de vecinos y enriquecer los programas de fiesta. Fueron grandes fiestas, con grandes novedades y atracciones  que dejaron su impronta.

    Esperemos que la Asociación de Vecinos del barrio de Soña, vuelvan a protagonizar la organización de sus fiestas.


     Estatua del Malvís. Su familia, junto a alguno de los pioneros de la fiesta, 45 años atrás: Esteban, Pedro, Novoa y Toño. Salva, el escultor y Sañudo, concejal festejos.

    En cuanto a Julián Revuela, El Malvis, decir que estuvo más presente que nunca durante las fiestas. El Ayuntamiento organizó el I Festival Folclórico en su recuerdo. Un festival que estuvo excelente, en el que participaron: el Coro Ronda Garcilaso, El cartero de Correpoco, Coro Ronda la Esperanza de Requejo y el Grupo Danzas Virgen de las Nieves de Tanos. Y el domingo, tras la misa y procesión del santo, se inauguró una estatua en piedra, realizada por el escultor Salvador García Ceballos, representando la figura del Malvís que quedó plantada junto a la capilla y el parque infantil “La Castañera”.

    Podemos decir que las fiestas de San Elias del presente año, han sido un homenaje merecido a tan singular vecino, uno de los precursores de la fiesta y una de las figuras estelares más representativas del folclore cántabro. Por la pradera y calles del barrio, hasta el monte, va pajareando su espíritu cantarín.

                                                       Tino Barrero.

viernes, 5 de julio de 2024

 

A VUELTAS CON BLASONES Y TALEGAS. LA CASA NATAL DE PEREDA.

 

A riesgo de resultar pesado,  no me puedo sustraer a incidir en la conveniencia de adquirir la casa natal de José Mª de Pereda para patrimonio cultural de nuestra comunidad. De momento, no percibo gesto alguno que muestren interés en ello ni el gobierno del consistorio polanquino  ni el gobierno regional.

Desde el ayuntamiento polanquino, ante una moción que presentó al respecto el grupo socialista, se dio el no por respuesta. Posteriormente la alcaldesa en algunos medios declaraba que no se trataba de una negativa rotunda, que cabía la posibilidad de aceptar si se contaba con ayudas de otras administraciones... Del gobierno regional, ni sí ni no, ni todo lo contrario; silencio absoluto, no parece ir con ellos.

Lo que me temo es que reina la indiferencia, se huye del compromiso; se espere a que el tiempo pase y el asunto quede en el olvido.

Una vez que la vivienda se ha puesto en venta, se presenta una gran oportunidad para añadirla al patrimonio cultural y honrar la memoria de nuestro novelista. Estamos hablando de una casona que ha sido testigo de cuatro siglos de la historia municipal; una vivienda que fue cuna de nuestro insigne escritor, en la que sazonó su infancia, arropado por su familia, a través de la escuela y con los entretenimientos y juegos propios de su edad. En “Pedro Sánchez” nos muestra Pereda alguno de esos entretenimientos: “ (…) aunque bien sabe Dios cuánto me gustó siempre tocar las campanas a vísperas los domingos y fiestas de guardar (…) acechar nidos, jugar a la cachurra, coger mayuetas o fresas salvajes, en el monte; saltar las huertas; apedrear los nogales; calar la sereña en cercana costa; hacer, en fin, cuanto hacer pudiera el más ágil, más duro y más revoltoso muchacho del lugar.” Juegos que fueron instrumentos necesarios para proporcionar habilidades en la exploración de  realidades nuevas, interaccionar con el entorno, desarrollar sensibilidades ante las percepciones, favorecer la sociabilidad y fortalecer habilidades en la toma de decisiones. Ello, en cierta medida, contribuyó a cimentar las bases que le  facilitaron alcanzar su atalaya literaria como novelista. Estamos hablando de un escritor al que  don Marcelino Menéndez Pelayo elogió, manifestando estas palabras: “En el cuadro de costumbres, en la sátira política, en el idilio rústico, en la tragedia del mar ávido de humanas vidas, en todos los géneros donde estampó su huella, fue el más radical innovador de la literatura de su tiempo.”

Y continúa elogiando el logro con el que supo poner en valor a la región:

… Lo que antes no era más que un plácido y oscuro rincón de la Península, que muchos apenas distinguían de las provincias colindantes, llegó a ser, por virtud de Pereda, uno de los raros focos que nuestro tiempo ha conocido de aquella poesía robusta, patriarcal, épica en el fondo...

Efectivamente, estamos ante uno de los grandes novelistas españoles de mediados del XIX que nos ha dado lustre y ha conseguido poner a Polanco y Cantabria en el mapa de la literatura universal. Mostró hondo sentimiento hacia su terruño natal y supo poner en valor nuestras tradiciones, costumbres y paisajes. En palabras de  doña Emilia Pardo Bazán: “Puédese comparar el talento de Pereda a un huerto hermoso, bien regado, bien cultivado, oreado por aromáticas y salubres auras campestres…”

No estamos hablando de un personaje al uso, estamos hablando de un personaje singular gloria de las letras cántabras y el mayor exponente del costumbrismo regional que supo estar entre los grandes representantes del realismo nacional.

Corresponder con el novelista adquiriendo su casa natal, preservándola como legado de su memoria para dedicarla como museo, estudio e interpretación de su obra, es algo más que un deber.


Estamos hablando de una casona solariega del S.XVIII, de 800 metros cuadrados, con muros de sillería y conservada en excelente estado, con una finca hermosa y extensa de 6000 metros cuadrados que puede ofrecer mucho juego para actos culturales y divertimento de los vecinos,  situada en el centro del pueblo; quizá requiera arreglo del tejado y, como es natural, modificaciones internas adaptadas a un nuevo uso, pero lejos queda de esa visión nefasta que desde el ayuntamiento se quiere ofrecer a los vecinos. Es natural que documentos, cuadros y objetos íntimos de valor, se hallen bajo custodia familiar. Y, como es más que previsible,  si la vivienda se adquiere para, de alguna manera, honrar la memoria del escritor, esos objetos y documentos de valor, no dudo, sea cedido por la familia a objeto de enriquecer el objetivo perseguido, con la seguridad de que iban a encontrarse a buen recaudo.   

No tengo duda que el mayor inconveniente para adquirir tan emblemática casona es el desinterés. Si este existiese, ya se habrían puesto a trabajar en ello. Alguna de las dos administraciones, la regional o local, debiera tomar la iniciativa. En caso de la local, el gobierno municipal ya debiera, con determinación y coraje, formar una comisión  con representación de todos los grupos municipales y ponerse conjuntamente a trabajar en procedimientos y gestiones encaminados a realizar los trámites para conseguir los compromisos y ayudas necesarias de otras instituciones y administraciones para lograr dicho fin; es muy conveniente dejar el “yo”, por el “nosotros”. Me consta, por declaraciones escuchadas a la alcaldesa que ha encargado un informe de las características arquitectónicas de la vivienda al historiador, músico y estudioso del patrimonio, Enrique Campuzano, como paso a la solicitud de declaración B.I.C. del edificio. Espero y deseo que con ello no se juegue a “El perro del hortelano”, tal como- según intención manifiesta de la propia alcaldesa- se desprende desea conseguir. Sería muy deshonesto. En cuanto al gobierno regional, me cuesta mucho considerar que se pueda desentender de la colaboración en la adquisición de esta propiedad tan significativa para nuestra identidad cultural y patrimonial, con la que otorgamos  consideración y agradecimiento a nuestro mentor literario que con tanto talento supo con su pluma describir épicamente paisajes y paisanajes de nuestra región.
La verdad es que la inacción y el silencio, es preocupante. Falta coraje, determinación y conciencia sobre lo nuestro. Echo en falta a asociaciones y agrupaciones literarias, a personalidades de la cultura, que optan por callar y mirar hacia otro lado, en vez de empujar en la consecución de algo que nos honra y engrandece a todos los cántabros, entre los que, sin duda, se encuentran los polanquinos. ¡Muy decepcionante!.

                                                                                                                                                                       CONSTANTINO BARRERO

jueves, 4 de julio de 2024

 

LA CASA NATAL DE JOSÉ Mª DE PEREDA DEBE FORMAR PARTE DEL PATRIMONIO REGIONAL.

Venimos recibiendo por diversos medios de comunicación, información sobre la venta de la casa natal de José Mª de Pereda, nuestro escritor más significativo, el más importante que ha dado nuestra región y que se codeó con las grandes plumas nacionales del S.XIX.: Galdós, Varela, Clarín, Pardo Bazán, Palacio Valdés… Gloria de las letras que inscribió el nombre de Polanco en la literatura universal. El que nos transmitió a través de sus obras, formas de vida, modos de sentir, costumbres y tradiciones de nuestros antepasados recientes, de hombres y mujeres que nos han testado esencia de lo que somos. Mucho le debemos culturalmente a Pereda.

No podemos permanecer impasibles ante la pérdida de su casa natal, que de algún modo representa un cordón umbilical entre su egregia figura y nosotros los polanquinos.

Tengamos en cuenta que se trata de una casa solariega del S.XVIII, de estilo montañés por sus balconadas y amplio soportal. Fue construida por los bisabuelos del novelista en 1766, don Antonio Haro, notario del Santo Oficio y doña Francisca de Menocal que tuvieron una hija, doña Vicenta Haro que casó con don Pedro Pereda y de cuyo matrimonio nació el padre del escritor, don Francisco Pereda y Fernández de Haro que enlazó  con doña Bárbara Sánchez Porrúa, en cuyo matrimonio tuvieron veintidós hijos, siendo el más pequeño José Mª de Pereda. La casa posee dos escudos blasonados en la fachada, uno corresponde a las armas de Menocal y otro a la Inquisición en el hastial de la casa. Tras la vivienda se encuentra una extensa finca ajardinada de unos cinco mil metros cuadrados de superficie, circundada por un muro, en buena parte vegetal. La vivienda fue remodelada por don Vicente Pereda de la Revilla, hijo del escritor, en 1913.



Es una casa literaria, no sólo por haber sido cuna del escritor, sino por haber sido descrita en varias de sus novelas: El sabor de la tierruca, D.Gonzalo González de la Gonzalera y en Pedro Sánchez.

                (…) tiene anchos y firmes balcones de madera, y está circundada por un alto  muro que guarda una extensa y bien provista huerta, por detrás, y forma por delante una vasta corralada… “  -Cap I de D. Gonzalo González de la Gonzalera-.

                O como la describe en Pedro Sánchez, cap. I

                “(…) Componíanle – su pueblo- cuatro barriadas de mala muerte, bastantes separadas entre sí, y la mejor de sus casas era la de mi padre, con ser muy vieja y destartalada. Pero al cabo tenía dos balcones, ancho soportal, huerta al costado, pozo y lavadero en la corralada, y hasta un poco de escudo blasonado en la fachada principal.”

Gobierno municipal y regional, que hasta el momento eluden manifestarse, deben implicarse para que la casa y finca sean patrimonio de los cántabros, de los polanquinos. No hacerlo, mirar para otra parte, sería sonrojante y un pesar para el futuro. Todavía hoy se sigue lamentando no haber adquirido y dejar destruir la casa de Galdós, “San Quintin”, en Santander. Y más recientemente perdimos en Polanco una casa emblemática en la que residió y falleció Jesús Cancio.

No, no podemos mirar hacia otra parte ante una situación tan crucial. Conservar la casa de Pereda como tributo a su memoria, como museo emocional de la cultura, como recinto evocador de una época, es deber ineludible, de cántabros y polanquinos. Las administraciones, tanto regional como  local, sin titubeo alguno,  deben velar para que así sea.

                                                                    CONSTANTINO BARRERO.

miércoles, 1 de mayo de 2024

 

           EL MALVIS, "MARCERO MAYOR" DE LA RONDA                                 MARCERA DE POLANCO.

Los marceros de Polanco, por fin,  hemos hecho Marcero Mayor, a título póstumo, a Julián Revuelta, el Malvís. Lo hemos hecho muy complacidos e ilusionados, pero lamentando no haberlo hecho en vida. Esa tendencia a pensar que siempre habrá un mañana, hace que no midamos bien los tiempos y soslayemos la finitud de las cosas, lo que nos lleva a reafirmarnos en  el axioma de “No dejes para mañana lo que puedes hacer hoy”. Esta distinción era algo que le debíamos; tenemos motivos de sobra para concedérselo.




Julián, desde hace muchos años ha colaborado con nosotros. Siempre que le he requerido ha respondido satisfactoriamente. Nos ha enseñado muchas canciones de “marzas” y nos ha dado fuerza para consolidar el grupo. No nos queda por menos que mostrarle nuestra sincera gratitud por su implicación con el Grupo Marcero, por su saber estar y su manera de ser como persona.



En buena medida, gracias a él, hemos podido llevar 35 años desde que recuperamos las “marzas” en Polanco. El haber ampliado el repertorio marcero nos ha dado mayor seguridad y nos ha permitido participar en ciertos medios de difusión con visible fortuna.

El acto del nombramiento tuvo lugar durante la pedida de licencia en el Ayuntamiento frente a las autoridades, para comenzar la ronda de marzas por el municipio. Se aprovechó esa ocasión para, dentro de un acto sencillo y emotivo, hacer entrega a su mujer Mª Jesús, su hija del mismo nombre, su nieto Nico y su yerno Alberto, esposo de Maica, su otra hija que por motivos laborales no pudo estar presente, de un diploma que acreditase el título de Marcero Mayor, máximo galardón que otorga la Ronda Marcera, y un ramo de flores. En el acto estuvo presenta como testigo fidedigno, la alcaldesa y representantes de todos los grupos de la Corporación, acompañados por numerosos vecinos que quisieron compartir ese momento de reconocimiento, gratitud y muestra de afecto hacia Julián.






Julián Revuelta ha sido uno de los mayores referentes – si no el más - del canto regional en Cantabria; ha compuesto varias canciones dedicadas a su pueblo natal, Tanos, y a su lugar de adopción, Polanco, donde formó familia y ha vivido a lo largo de los últimos cincuenta años. Además ha sido desde su juventud  miembro del Coro Ronda Garcilaso, en el que durante el último año, tras el fallecimiento de su director Lorenzo Morante, se encargó de llevar la dirección.

Es por ello, que hemos querido complementar su reconocimiento con el canto de una de sus canciones que represente a Tanos y otra a Polanco, siendo las canciones elegidas: “Soy de Tanos” y “Polanco de mis canciones”. Para ello hemos contado con la voluntariedad del Coro Ronda Garcilaso que no ha dudado en prestarse a  estar presente en el acto con su nueva directora Ana Isabel Salomón, y han aceptado el ofrecimiento para cantar “Soy de Tanos”. Al igual que hemos contado con la  inestimable colaboración de Luis Camus, una gran promesa del canto regional,  que junto a  Santiago Fernández, ambos del grupo Alegría Cántabra que formó hace unos años Julián, han cantado la canción “Polanco de mis canciones” adaptación del poema de Jesús Cancio denominado Tonadas a Polanco. Para todos ellos, nuestro más sincero agradecimiento.




Durante el acto hemos querido tener también un recuerdo para los compañeros que ya no están entre nosotros y que han formado parte de la Ronda Marcera a lo largo de estos 35 años, como son: Antonio San Miguel, Genito, Pedro Canto “El Choco”, Milagritos,  Dorita Arias, Vicente G. Arroba, Pepi Pérez, Pepe El Asturiano, Merce y Fernando Collantes.  En estos días de “marzas”, seguro se encuentran todos juntos, donde habita el silencio, en torno a Julián.






Polanco de mis canciones por Alegría Cántabra..

Soy de Tanos por el Coro Ronda Garcilaso.




A lo que venimos. Marza de Polanco.







Desde hoy, me es grato compartir con Julián, el Malvís, el título de Marcero Mayor de Polanco. Justo hace diez años, al cumplirse el 25 aniversario de la recuperación de las “Marzas” en Polanco, se me concedió dicho título que llevo con orgullo a gala.

El espíritu de Julián Revuelta, el Malvís, estará unido indefectiblemente a la Ronda marcera de Polanco. Y nosotros orgullosos, por ello.

Creo que a Julián le quedan pendientes más homenajes en Polanco que contribuyan a que su recuerdo no quede cubierto bajo el polvo del olvido, ni que sus canciones se las lleve el viento.

                                                                                                         TINO BARRERO

martes, 23 de enero de 2024

 

A JULIÁN REVUELTA: EL MALVÍS DE TANOS QUE VOLÓ A POLANCO.      MAESTRO DE LA TONADA MONTAÑESA.

                                                                       IN MEMORIAM


                                                                      

 Se nos ha ido Julián Revuelta, el Malvis de Tanos, a tres días de su 75 cumpleaños. Máximo exponente de la canción montañesa, conocido en todos los rincones de nuestra región, por los que recorrió  prados, plazas, tabernas y escenarios diversos logrando que sonasen esas tonadas propias de la tierruca.

Hablar de Julián, el Malvis, en estos momentos puede resultar redundante, pues mucho se ha escrito en prensa, en redes y escuchado por radio, en tertulias, charlas y encuentros informales sobre él. La noticia del fallecimiento del Malvís nos ha dejado consternado a todos quienes le conocíamos.



    Siendo más que  evidente su elevada categoría como cantante - pues gozaba de una prodigiosa y fuerte voz-, los que tratamos con él podemos constatar su prominente condición humana que no le va en zaga como cantante. Ha sido una persona sumamente generosa que, tras ese aparente tic arrogante que alguno haya podido percibir, escondía una personalidad sensible, solidaria, siempre dispuesta a ayudar y amigo de sus amigos. En lo que refiere a la Asociación Sociocultural Polanco –que tengo el placer de presidir- no podemos más que expresar agradecimiento. Siempre que se le requirió estuvo presente; colaboró en muchas y variados eventos, todos de gran relevancia para nosotros y para el municipio en general. Entre alguna de las actividades en que  colaboró, están: La colaboración en el festival que organizamos a favor de los ciudadanos de Bosnia en 1995, durante la guerra de los Balcanes, en el  colegio La Milagrosa y en el que participaron diversos grupos y solistas. Acudió a colaborar como cantante de tonadas, intercaladas con lecturas poéticas, cuando inauguramos la placa en recuerdo a Jesús Cancio, frente a la casa donde vivió y falleció,  en el cincuenta aniversario de su fallecimiento. Cuando le pedí nos acompañase a actuar en el Palacio Festivales en la declaración de Bien de Interés Cultural inmaterial de las marzas, bolos y rabel. Acudió a la invitación de participar, junto a Eva García Amieva, en la presentación del libro “Remembranzas de Polanco”; y me ayudó ofreciéndome información  sobre el inicio de las fiestas de Soña de las que fue copartícipe e ideólogo, para el pregón que ofrecí en este último San Elias; tenía Julián, una carpeta donde guardaba todos los detalles de los primeros años de la fiesta de Soña; lo tenía escrupulosamente documentado: contratos, facturas, solicitudes, programas…  Me cabe destacar su papel docente en enseñarnos “las marzas”, prácticamente todo nuestro repertorio marcero se lo debemos a él. Siempre dispuesto, no sabía decir “no”, y tengo la sensación de que no sólo disfrutaba con nuestros eventos, sino que paradójicamente agradecía contásemos con él.

Su generosidad para con nosotros era similar a la que tenía para con los vecinos en la taberna a la hora del blanco, donde no necesitaba ser empujado para deleitar con unas entonás que siempre iban acompañadas de las voces de algunos parroquianos y, naturalmente, de las frascas de blanco que, una tras otra, iban saliendo de la cuba. Lo hacía porque le apetecía, porque lo disfrutaba. Excelente amenizador en la taberna, transmitía alegría y buen humor. Como es natural, esa predisposición genera un sentimiento de gratitud inconmensurable.

Y, aunque Julián es “el Malvís de Tanos”, pues en Tanos nació, sazonó su infancia y juventud que aderezó con las danzas, el cante y los bolos, ingredientes de la esencia de nuestro folclore y  arraigadas tradiciones; de Tanos siempre alardeó ser. Muestra de ello es su canción “Soy de Tanos”, cuya letra dice:

                       (…) soy de Tanos/rincón incomparable de mi Cantabria

 Mas, no hemos de olvidar que en Polanco vivió  cincuenta años, dos tercios de su vida y, por supuesto, a Polanco quiso; aquí construyó la mejor obra de su vida: su  familia, compuesta por su esposa, María Jesús y sus hijas: Maica y Mª Jesús.

Así canta en su canción “El día de San Roque”:  (…) Cerca de Polanco, conocí una moza/ que al muy poco tiempo sería mi novia/ Hoy es mi mujer, vivimos en Soña,/ tenemos dos niñas que son una gloria

Igualmente nos deja muestra del cariño que sentía por Polanco con su canción, “Polanco pueblo querido”: Polanco, Rumoroso, Mar, Soña y la Cadena/ Posadillo, Requejada y Rinconeda, olé pueblo querido/ Puebluco de mi alma, Polanco mío/Por lejos que me encuentre nunca te olvido,/olé pueblo querido.

Hay más canciones suyas que aluden cariñosamente a Polanco, abajo las pondré para que puedan ser escuchadas. No cabe por menos, evidenciar que tanto Tanos, como Polanco son sus terruños de corazón, aunque su afecto de pertenencia se dimensiona más allá de estos dos pueblos;  lo dice  la canción: Montañés, soy de la montaña

Para un folclorista como Julián que mamó desde pequeño la esencia folclórica, que reconoce a Tanos como cuna del folclore, así lo dice en su canción “Soy De Tanos”: Eres rico en tradiciones/ eres cuna del folclore/ eres fuente inagotable de danzas y cantadores… No tiene que haberle supuesto  dificultad vincularse a Polanco, su pueblo, su hogar, pues respecto a las tradiciones folclóricas, ambas localidades vienen a estar a la par. Decía D. Sixto de Córdova y Oña que JM Pereda, decía aquello de que: los de Polanco cantan siempre y en todas partes. Tradición de cante, Polanco ha tenido; de hecho, actualmente, cuenta con dos Coros: La Cagiga y San José. La tradición de danzas viene de largo; a lo largo del SXX ha tenido varios y reconocidos grupos de danzantes; Polanco siempre ha tenido culto por el deporte vernáculo de los bolos, no han faltado boleras para echar  ¡A los gananciosos!... Y Polanco es uno de los primeros municipios que recuperan, desde los años 80, la tradición de cante y ronda marcera.

En Polanco me consta que Julián ha disfrutado de su familia, de sus fiestas, de sus gentes y de la casa junto al monte. Sin embargo, tengo la sensación de que Polanco no ha sabido corresponder, prestándole el reconocimiento que merece. Ahora es tarde…  pero, más vale tarde que nunca. Apoyaremos cualquier iniciativa, al respecto, que venga del Ayuntamiento.


                            

                                     Canto a Torrelavega    Pinchar en Ver en Youtube


Julián Revuelta, el Malvis de Tanos que voló a Polanco y anidó en Soña, ha mostrado tal como cantaba en “Canto a Torrelavega” ser ¡Grande por todo y en todo!... Amigo Julián, siempre se te recordará, para ti todo nuestro agradecimiento. Y, al igual que liberaste de la jaula, por  encontrarse triste y no cantar a aquél malvís cantarín que recogiste en los zarzales junto al Viar, que tú espíritu, libre de tu cuerpo, vuele alto, alegre y cantarín por los confines de nuestra  Cantabria.

                                                                                         TINO BARRERO